lunes, 30 de junio de 2008

La belleza de las rosas

Nadie puede quedar indiferente ante la belleza de una rosa. La de la foto es de un precioso color sandía, doble, con un agradable perfume. Dura muchos días sin cortar en el rosal y, lo mismo, cortada y puesta en un jarrón con agua.
En mi jardín tengo muchas plantas que me dan bonitas flores, pero, cuando llega la primavera y aparecen las rosas, las demás flores palidecen. Tengo rosales de muchos colores. Algunas rosas tienen olor y otras no. Unas son dobles y otras sencillas. Mis rosales dan flores durante casi todo el año. Corto las que están marchitas para que el rosal dé rosas con más frecuencia. Esto es fundamental porque cuando el arbusto se carga de frutos, éstos chupan su sabia y no la utilizan en dar nuevas flores.

viernes, 27 de junio de 2008

Me gusta leer

La afición a la lectura me viene de pequeña. En mi casa no había libros, pero yo devoraba todo lo que caía en mi poder. La enciclopedia "Álvarez", el libro de estudio que servía para todos los hermanos, me sirvió para aprender muchas cosas, sobre todo los temas de historia, tanto la sagrada como la profana, que después me fueron de gran ayuda en el bachillerato elemental. Eran unos planes de estudio muy diferentes a los de ahora. Algunos cuentos y muy pocos libros buenos cayeron en mi poder, pero todos fueron leídos con el máximo interés. Cuando tenía dieciocho años se abrió una buena biblioteca, teniendo en cuenta la época, en mi pueblo y yo fui de las más asiduas. Me impresionó mucho "Gloria", de Galdós. Narraba los desgraciados amores de los protagonistas, una joven católica y un apuesto judío. La familia de los dos rivalizaba en intransigencia y no cejaron hasta conseguir la destrucción de los chicos. Ella murió después de arrebatarle a su hijo y él no duró mucho más. La edad de la protagonista, entonces, era la mía y lloré a raudales. No podía entender la cerrazón de aquella gente, pues preferían ver muerta a la chica antes que unida a un judío. En mi madurez lo volví a leer y ya no me impresionó tanto. Nadie como Galdós para denunciar el fanatismo religioso.

Ahora tengo una buena biblioteca y me dedico a releer libros y para que no se me olviden hago un resumen del argumento y estudio la vida del escritor. He encontrado cosas curiosas como que hay autores que han sido olvidados, a pesar de su buena calidad literaria. Entre ellos puedo contar a Bartolomé Soler. Encuentro todos sus libros de una gran calidad. Lo mismo puedo decir de Jacinto Grau, un extraordinario autor teatral.

jueves, 26 de junio de 2008

Un día de verano

Estamos a finales de junio y, después de una primavera un poco atípica, nos ha llegado el calor de repente, lo que nos hace sudar porque no estábamos acostumbrados a estas temperaturas. Yo intento adaptarme al calor utilizando sólo medios naturales. No me gustan los aires acondicionados porque recalientan la atmósfera, consumen energía y secan la garganta. Estoy jubilada y no tengo que salir a trabajar, así que puedo aguantar mejor. Procuro bajar las persianas a las horas en que entra el sol y subirlas, abriendo también las ventanas, cuando empieza a refrescar. Pienso en la pobre gente que está trabajando en el campo, en la construcción, o similares, que lo pasan muy mal, a veces son víctimas de un golpe de calor y mueren.